• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to footer

FairMormon

Subscribe To Our Newsletter

Come, Follow Me Resources

  • Find Answers
  • Blog
  • Media & Apps
  • Conference
  • Bookstore
  • Archive
  • About
  • Get Involved
  • Search
You are here: Home / Archive / Publications / Es Preferible que Perezca un Hombre

Es Preferible que Perezca un Hombre

PUBLICATIONS
nopicture
John W. Welch
nopicture
Heidi Harkness Parker

Es Preferible que Perezca un Hombre

[The following article is copyrighted 2014 Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship and posted with permission.]

Basado en investigaciones realizadas por John W. Welch y Heidi Harkness Parker.
Translated by Estrella La Font Díaz

Cuando constriñó a Nefi a que matara a Labán, el Espíritu dio la sobria justificación de que “es preferible que muera un hombre que dejar que una nación degenere y perezca en la incredulidad” (1 Nefi 4: 13). Alma utilizó la misma justificación cuando, con renuencia, sometió a Korihor al castigo divino (véase Alma 30: 47). Este principio va totalmente en contra de la jurisprudencia liberal moderna, pero bajo la ley bíblica prevalecía una visión distinta para algunos casos.

Segundo Samuel 20 es un ejemplo fundamental. El rey David buscaba la vida de Seba, un rebelde culpable de traición. Cuando Seba se refugió en la ciudad de Abel, Joab, que era el jefe del ejército de David, exigió que se le entregara a Seba. En cambio, el pueblo de Abel decapitó a Seba y Joab se retiró. Este episodio se convirtió en un importante precedente legal que justificaba el matar a una persona para preservar a toda una comunidad.

Otro caso del Antiguo Testamento, que se preserva de forma más completa en la tradición oral judía, es el relativo a Joacim, el rey de Judá que se rebeló contra Nabucodonosor. Nabucodonosor se dirigió a Antioquía y exigió que el gran consejo judío entregara a Joacim o de lo contrario la nación sería destruida. Joacim protestó: “¿Descartan una vida en favor de otra?” Sin inmutarse, el consejo replicó: “¿No hizo tu antepasado exactamente lo mismo con Seba, hijo de Bicri?”. Joacim fue entregado a Nabucodonosor, quien lo llevó a Babilonia (véase 2 Crónicas 36: 6), donde, según cabe suponer, fue ejecutado. Debido a que Sedequías se convirtió en rey menos de cuatro meses después (véase versículos 9-10), en el tiempo en que comienza el relato del Libro de Mormón (véase 1 Nefi 1: 4), es probable que Nefi tuviera clara conciencia de cómo el principio de “uno por muchos” se utilizó para justificar la muerte de Joacim. Está claro que los casos de Labán y Korihor encajan con esta tradición.

Con los años, la cuestión del equilibrio adecuado entre los derechos del individuo y las necesidades de la comunidad se tornó en tema de debate en la ley judía. En un extremo, los fariseos sostenían que no se debía jamás entregar a ningún individuo por el bien de la comunidad. En el otro extremo, los saduceos, quienes a menudo cooperaron con los romanos, defendían que, con tal que las autoridades nombraran una víctima en particular, era más que suficiente. Esta norma, conocida como la Resolución Adriánica, se encuentra en el Talmud de Jerusalén.

Adoptando una posición intermedia, la mayoría de los eruditos rabínicos han aceptado el principio de “uno por muchos”, pero lo limitan a casos como el de Seba en el que (1) la demanda era efectuada por una autoridad reconocida, (2) la persona solicitada era ya culpable, (3) se identificaba a la persona por su nombre, (4) las personas de la comunidad eran inocentes, y (5) el grupo se veía, de alguna forma, amenazado de destrucción si rehusaban.

Como cabía esperar, el principio de “uno por muchos” es al que, irónicamente, acudió Caifás (que era saduceo), para defender su postura a favor de que Jesús muriera (véase Juan 11: 49-50). Aun cuando es evidente que los que le escuchaban estaban familiarizados con este principio, es probable que, como saduceos y fariseos, estuvieran divididos en cuanto a su aplicación.

Basándonos tan sólo en el Nuevo Testamento, el principio de “uno por muchos” del Libro de Mormón podría haber parecido un anacronismo. Sin embargo, una visión más completa muestra que este principio estuvo en vigencia en la cultura israelita mucho antes, curiosamente en la propia época de Nefi. Esto era algo que José Smith no tenía forma de haber sabido y constituye una cuestión sobre la que pocos expertos en historia del derecho tienen conocimiento aun hoy en día.

Footer

FairMormon Logo

FairMormon is a non-profit organization dedicated to providing well-documented answers to criticisms of the doctrine, practice, and history of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints.

Our Friends

  • Book of Mormon Central
  • BYU Religious Studies Center
  • BYU Studies
  • Interpreter Foundation
  • LDS Perspectives Podcast
  • Pearl of Great Price Central

Follow Us

  • Facebook
  • Twitter
  • iTunes
  • YouTube

Donate to FairMormon

We are a volunteer organization. We invite you to give back.

Donate Now

Donate to us by shopping at Amazon at no extra cost to you. Learn how →

Site Footer

Copyright © 1997-2021 by The Foundation for Apologetic Information and Research, Inc. All Rights Reserved.

No portion of this site may be reproduced without the express written consent of The Foundation for Apologetic Information and Research, Inc.

Any opinions expressed, implied, or included in or with the goods and services offered by FairMormon are solely those of FairMormon and not those of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints.

Foundation for Apologetic Information and Research (FAIR) Logo

FairMormon™ is controlled and operated by the Foundation for Apologetic Information and Research (FAIR)