[The following article is copyrighted 2014 Neal A. Maxwell Institute for Religious Scholarship and posted with permission.]
Basado en investigaciones llevadas a cabo por John A. Tvedtnes
Traducido por Estrella Lafont Díaz
Como ya informamos en la edición de Insights correspondiente a junio de 1997, unas excavaciones arqueológicas recientes, llevadas a cabo en Israel, entre otros lugares, han sacado a la luz nuevas pruebas sobre la autenticidad de las escrituras desde el punto de vista histórico. Seguidamente presentamos algunos de los hallazgos:
- Mientras examinaban cuidadosamente un vertedero de basura de dos milenios de antigüedad en la fortaleza de Masada, en el desierto, durante el verano de 1996, unos arqueólogos encontraron una jarra de vino que tenía una inscripción con el nombre del Rey Herodes. Ésta era la primera vez que se había hallado un artefacto arqueológico con el nombre del rey. A Herodes el Grande se le conoce bien por la visita de los reyes magos y por la matanza de niños en Belén (Mateo 2: 1-16). Josefo señaló que Herodes había construido una gran fortaleza y un palacio sobre lo alto de una meseta conocida como Masada (Guerras de los Judíos 7.8.3-4). El lugar fue primeramente identificado en 1838 y el palacio de Herodes se descubrió durante la expedición, realizada en 1955-56, de la Sociedad de Exploración de Israel y del Departamento Israelí de Antigüedades y Museos.
- Durante el verano de 1996, se desenterró una placa de piedra en Tel Miqneh (Israel). Los arqueólogos sospechaban hacía tiempo que éste era el lugar de la ciudad bíblica de Ekrón, a la que los filisteos habían llevado el arca de la alianza cuando la capturaron (1 Samuel 5: 10). En una inscripción practicada sobre la placa aparecía el nombre Ekrón, lo que confirma dicha sospecha.
- Durante mucho tiempo, se ha conjeturado que la razón por la cual Moisés condujo a los israelitas a través del desierto del Sinaí, en vez de coger la ruta más directa desde Egipto a la tierra de Canaán (Éxodo 13: 17), fue a causa de los fuertes fronterizos que, de acuerdo con la información hallada en algunos documentos egipcios, se habían construido a lo largo de la frontera nororiental. En los últimos años, se ha descubierto una línea de fuertes antiguos, como los mencionados, lo que confirma lo dicho en los antiguos documentos egipcios y apoya lo sugerido en torno a la ruta del Éxodo.
- Hace casi una década, en 1988, apareció, en el mercado internacional de antigüedades, una granada de marfil tallado, la cual fue adquirida por el gobierno de Israel por más de medio millón de dólares. Se piensa que es una reliquia del templo de Salomón, debido a que lleva una inscripción que dice: “Sagrada para los sacerdotes, propiedad del templo del Señor”. La granada era uno de los símbolos que aparecían en la ropa de los sumos sacerdotes del antiguo Israel (Éxodo 28: 33-4; 39: 24-6) y se utilizaba como parte de la decoración del templo de Salomón (1 Reyes 7: 18-20, 42; 25: 17; 2 Crónicas 3: 16; 4: 13; Jeremías 52: 22-3).
- Durante la segunda mitad de 1990, se descubrió una cueva funeraria en el Bosque de la Paz, al sur de Jerusalén. Contenía unos osarios en los que se colocaban, después de que sus cuerpos se hubieran descompuesto, los huesos de los miembros de familias sacerdotales judías. Uno de los osarios lleva la inscripción Yehoseph bar Qafa, ‘José, hijo de Caifás’. En el Nuevo testamento, Caifás es el nombre del sumo sacerdote correspondiente a la época de Jesucristo (Mateo 26: 3, 57; Lucas 3: 2; Juan 11: 49; 18: 13-4, 24, 28; Hechos 4: 6). Josefo le llamó “José Caifás” (Antigüedades de los Judíos 18.2.2).
- Unos nuevos descubrimientos realizados en Sudamérica han hecho que los arqueólogos cuestionen la teoría de que todos los amerindios vinieron al nuevo mundo cruzando el Estrecho de Bering. Se ha pensado que dicha migración ocurrió hace unos 12.000 años, cuando existía un puente de tierra que unía Siberia con Alaska. Según esta teoría, los primeros pobladores del continente americano fueron desplazándose, de forma gradual, hacia el sur a medida que aumentaban en número. Un informe de la Prensa Asociada, emitido el 10 de febrero de 1997, describe la existencia de pruebas de que hubo seres humanos que vivieron en Monte Verde, al sur de Chile, hace unos 12.500 años. Esta antigua colonia de Monte Verde, a unas 500 millas al sur de Santiago, tiene 1.300 años más que las de Clovis en Norteamérica, las cuales, hasta hace poco, eran las más antiguas que se conocían en el Nuevo Mundo. Monte Verde se encuentra a unas 10.000 millas al sur del mencionado puente de tierra.