El Libro de Mormón/Animales/Caballos

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Caballos en el Libro de Mormón

Sumario: De acuerdo con la mayoría de los científicos, la mención de "caballos" en las Américas durante el tiempo del Libro de Mormón presenta un anacronismo - algo que no encaja en el marco de tiempo para el que se reclama.

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Pregunta: ¿Por qué es que el caballo se considera un anacronismo en el Libro de Mormón?

Los caballos existían en el Nuevo Mundo en la antigüedad y se extendieron a otras partes del mundo.Sin embargo, se cree actualmente que "Los últimos caballos prehistóricos norteamericanos se murieron entre hace 13.000 y 11.000 años, al final del Pleistoceno." [1]

Los caballos modernos no llegaron al Nuevo Mundo hasta que fueron traídos por los exploradores españoles. Por lo tanto, la mención de "caballos" en las Américas durante la época del Libro de Mormón presenta un anacronismo - algo que no encaja en el marco de tiempo que se afirma.

Hay por lo menos dos soluciones posibles para el problema del "caballo" en el Libro de Mormón:

  1. Caballos estaban presentes, pero sus restos no se han encontrado.
  2. Definiciones de la palabra "caballo" fueron ampliadas para incluir nuevos significados.


Pregunta: ¿Cuál es el origen del caballo moderno en el Nuevo Mundo?

La mayoría de los científicos creen que el caballo se originó en las Américas y se extendió a través de puentes de tierra desde las Américas a Asia, con el tiempo migraban hacia África y Europa. En el transcurso de millones de años el caballo evolucionó de una raza más pequeña a los más grandes de hoy. Cerca del final del período Pleistoceno - hace unos 10.000 años - la Época Glaciar más reciente llegó a su fin. Durante este tiempo muchos grandes mamíferos que alguna vez poblaban las Américas se extinguieron. Entre ellos eran los mamutes, los camellos, y los caballos de tamaño medio que una vez vivían en abundancia en el Nuevo Mundo. Normalmente, los científicos postulan que estos animales se extinguieron debido a los cambios climáticos y el posible exceso de caza. En otras partes del mundo, sin embargo, los caballos seguían prosperando y con el tiempo se convirtieron en los caballos que reconocemos hoy. Cuando los españoles llegaron al Nuevo Mundo en el siglo XVI, trajeron unos caballos consigo. Algunos caballos finalmente escaparon y se multiplicaron en el silvestre.


Los versículos del Libro de Mormón que hablan de "caballos"

Caballos asociados con los viajes y carros

  • Alma 18:9-10
    Y le dijeron: He aquí, está dando de comer a tus caballos. Ahora bien, antes que salieran a abrevar sus rebaños, el rey había mandado a sus siervos que prepararan sus caballos y carros y lo llevaran a la tierra de Nefi;...Y cuando oyó el rey Lamoni que Ammón estaba preparando sus caballos y sus carros, se asombró más...
  • Alma 18:12
    Y aconteció que cuando hubo alistado los caballos y los carros para el rey y sus siervos...
  • Alma 20:6
    Y cuando Lamoni hubo oído esto, hizo que sus siervos alistaran sus caballos y sus carros.
  • 3 Nefi 3:22
    Y sucedió que en el año diecisiete, hacia fines del año, la proclamación de Laconeo había circulado por toda la superficie de la tierra; y habían reunido sus caballos, y sus carros, y su ganado, y todos sus hatos y rebaños, y su grano, y todos sus bienes, y se dirigieron por miles y decenas de miles hasta que todos hubieron llegado al sitio que se había señalado para que se juntasen, a fin de defenderse de sus enemigos.

(Se debe notar que no se nos dice si estos carros servían un propósito de transporte , o si eran para el transporte de mercancías, o si tenían una función ceremonial. Uno asume algún tipo de funcionalidad o uso ritual en la guerra, ya que trajeron carros al asedio en 3 Nefi.)

Caballos mencionados en las frases de las escrituras del Viejo Mundo

  • 2 Nefi 12:7
    Su tierra también está llena de plata y oro, sus tesoros no tienen fin; también su tierra está llena de caballos, y sus carros son sin número.
  • 2 Nefi 15:28
    sus flechas estarán aguzadas, y todos sus arcos entesados; y los cascos de sus caballos serán como de pedernal, las ruedas de sus carros como torbellino y su rugido como de león.
  • 3 Nefi 21:14
    Sí, ¡ay de los gentiles, a menos que se arrepientan! Porque sucederá en aquel día, dice el Padre, que haré matar tus caballos de en medio de ti, y haré destruir tus carros;

Caballos salvajes

  • 1 Nefi 18:25
    Y ocurrió que encontramos en la tierra de promisión, mientras viajábamos por el desierto, que había animales de toda especie en los bosques; tanto la vaca como el buey, y el asno, y el caballo, y la cabra, y la cabra montés, y toda clase de animales silvestres, los cuales el hombre podía utilizar. Y hallamos toda clase de minerales, tanto oro, como plata, como cobre.

Caballos domesticados

  • Enos 1:21
    Y aconteció que el pueblo de Nefi cultivó la tierra, y produjo toda clase de granos y de frutos, y crió rebaños de reses, y manadas de toda clase de ganado, y cabras y cabras monteses, y también muchos caballos.

Caballos como una fuente potencial de alimento

  • 3 Nephi 4:4
    Por consiguiente, no había manera de que los ladrones robaran ni obtuvieran alimentos, a no ser que fueran a la batalla contra los nefitas; y los nefitas se hallaban en un solo grupo, y era grande su número, y se habían provisto de víveres y de caballos, y ganado, y rebaños de toda clase, para poder subsistir por el término de siete años...
  • 3 Nephi 6:1
    Y sucedió que en el año veintiséis los nefitas volvieron todos a sus propias tierras, todo hombre con su familia, sus rebaños y hatos, sus caballos y su ganado, y cuantas cosas le pertenecían.
  • Ether 9:19
    Y también tenían caballos y asnos, y había elefantes y curelomes y cumomes, todos los cuales eran útiles para el hombre, y más particularmente los elefantes y curelomes y cumomes.

Es interesante que los caballos a menudo son agrupados con el ganado, y parecen haber desempeñado un papel en la dieta (aunque esto puede haber sido bajo las exigencias del asedio de 3 Nefi solamente.)


Pregunta: ¿Qué funciones no desempeñan los caballos en el Libro de Mormón?

Caballos nunca son montados o utilizados en la batalla

Interesantemente, los caballos no desempeñan un papel en los muchos viajes registrados en el Libro de Mormón. Tampoco indica el texto del Libro de Mormón que los caballos o carros desempeñan un papel en las muchas guerras nefitas. Esto está en contraste marcado con el relato bíblico en el que los carros egiptos, babilónicos, y filisteos se temen como "super-armas" en las llanuras de Israel.

Tampoco vemos un papel para el caballo en los ataques galantes de caballería que eran el ideal para un guerrero romántico en la época de José Smith. Tampoco hay ninguna evidencia de la guerra rápida de maniobras y escaramuzas favorecida por la caballería de las naciones occidentales. Estos no son los caballos de las realidades practicales ni de los sueños fantasiosos del siglo XIX.

Hay sociedades en las que el caballo era de importancia vital, como entre los guerreros hunos de Asia y de la Europa Oriental, para quienes los caballos eran un signo de riqueza y estatus y para quiénes eran esenciales para la alimentación, el vestido, y la guerra. Sin embargo, no existe ni un hueso de caballo de este periodo en el registro arqueológico.[2]


Pregunta: ¿Se ha encontrado cualquier caballo antiguo de la época nefita en el Nuevo Mundo?

Algunos estudiosos no mormones han propuesto que los caballos reales sobrevivieron a la extinción del Nuevo Mundo

Los caballos salvajes estaban presentes en la América antigua durante el Pleistoceno (Era Glaciar), aún no existíanen el momento de la llegada de los españoles. Los caballos prosperaban una vez que fueron reintroducidos por los españoles en el Nuevo Mundo. La pregunta entonces es: "¿Por qué los caballos desaparecieron cuando llegaron los españoles?" ¿Es posible que los caballos reales vivían en las Américas durante la época del Libro de Mormón? Y si es así, ¿por qué parece que hay ningún apoyo arqueológico?

Por lo menos un par de eruditos no mormones creen que los caballos reales (de una estatura menor que los caballos modernos) pueden haber sobrevivido la extinción del Nuevo Mundo. El fallecido antropólogo británico, M.F. Ashley Montague, un estudioso no-SUD que enseñó en la Universidad Harvard, sugiere que el caballo nunca fue extinguido en América. Según Montague, el tamaño de los caballos pos-colombino proporciona evidencia de que los caballos europeos apareaban con los primeros caballos americanos.[3]

El investigador canadiense no SUD, Yuri Kuchinsky, también cree que había caballos precolombinos. Kuchinsky, sin embargo, cree que los caballos (más pequeños que nuestros caballos modernos) se reintrodujeron en la costa oeste de las Américas hace unos 2000 años por los asiáticos que llegaron por barco. Entre las evidencias proporcionadas por Kuchinsky para caballos precolombinos son:

  1. Tradiciones de caballos entre los indios que anteceden la llegada de los españoles.
  2. Supuestamente, petroglifos precolombinos que parecen representar caballos.
  3. Diferencias notables entre el típico caballo español y los ponis indios que eran mucho más pequeños.[4]

Actualmente un hueso de caballo está recibiendo pruebas para determinar el tiempo en que existía

Un hueso de caballo fue recién encontrado (2018) y probado por geólogo y paleontólogo SUD Wade Miller en el sur de México. Con las primeras pruebas que se han hecho, el hueso data a los tiempos del Libro de Mormón--específicamente un poquitito después de la llegada de Lehi y antes del tiempo de Enós. Actualmente el hueso está recibiendo más pruebas por eruditos no SUD para confirmar los resultados de Miller. Si se averigua que los resultados son ciertos, este criticismo prácticamente desvanecerá.


Pregunta: ¿Por qué es que los restos potenciales de caballos precolombinos en el Nuevo Mundo no reciben más atención por parte de los científicos?

Las teorías que los caballos sobrevivieron la extinción después del fin del Pleistoceno son vistas como marginales por los eruditos actuales y son despedidas

Desafortunadamente para esta solución para el Libro de Mormón, sin embargo, tales teorías son típicamente vistas como marginales entre los estudiosos actuales. Debido a la escasez de apoyo arqueológico, la mayoría de los eruditos siguen creyendo que los caballos se extinguieron al final del período Pleistoceno.

Sabemos, por ejemplo, que los nórdicos probablemente introdujeron caballos, vacas, ovejas, cabras y cerdos en el este de Norteamérica en el siglo XI, sin embargo, estos animales no se extendían por todo el continente y no dejaron restos arqueológicos.[5] Según una autoridad no SUD en la América antigua, los olmecas habían domesticado perros y pavos pero el suelo acídulo, húmedo Mesoamericano habría destruido los restos y cualquier evidencia arqueológica de dicha domesticación de animales.[6]

Incluso en las zonas del mundo donde los animales vivían en la abundancia, a veces tenemos problemas para encontrar restos arqueológicos. La evidencia textual para los leones en Israel, por ejemplo, sugiere que los leones estaban presentes en Israel desde los tiempos antiguos hasta por lo menos el siglo XVI. Robert R. Bennett del Neal A. Maxwell Institute of Religious Studies (Instituto de Estudios Religiosos Neal A. Maxwell) sugiere lo siguiente:

Un ejemplo paralelo de la Biblia es instructivo. El relato bíblico menciona leones, pero no fue hasta hace muy poco tiempo que la única otra evidencia de leones en Palestina era pictográfica o literaria. Antes del anuncio en una publicación de 1988 de dos muestras de hueso, no había ninguna evidencia arqueológica que confirme la existencia de leones en esa región. Por lo tanto a menudo hay una brecha entre lo que los registros históricos, como la afirmación del Libro de Mormón que existían y lo que el limitado registro arqueológico puede rendir. Además, las excavaciones arqueológicas en las tierras de la Biblia han estado en marcha desde hace décadas ya, y en una escala mucho más grande que las tierras del Libro de Mormón.[7]

En la Biblia leemos que Abraham tuvo camellos mientras que en Egipto, sin embargo, los arqueólogos solían creer que esto era un anacronismo porque los camellos supuestamente eran desconocidos en Egipto hasta la época griega y romana. Más recientemente, sin embargo, algunos investigadores han demostrado que los camellos fueron utilizados en Egipto desde los tiempos prehistóricos hasta nuestros días.

El hecho es, sin embargo, que sí parece que hay apoyo arqueológico que señala que los caballos existían en Mesoamérica precolombina. En 1957, por ejemplo, en Mayapán (un sitio que corresponde a las tierras/tiempos del Libro de Mormón) unos restos de caballo fueron descubiertos a una profundidad considerada ser pre-colombina. Del mismo modo, en el suroeste de Yucatán, un arqueólogo no mormón encontró un restos de caballos que probablemente pueden ser pre-colombinos en tres cuevas. Las excavaciones en una cueva en las tierras bajas mayas en 1978 también rindieron restos de caballo.[8]

Como un artículo para la Academia de Ciencias Naturales explica, estos descubrimientos son típicamente "ya sea desestimado[s] o ignorado[s] por la comunidad científica europea."[9] El problema puede ser uno de los paradigmas preconcebidas. Dr. John Sorenson recientemente relató la historia de un colega no-SUD y arqueólogo que estaba cavando en una excavación arqueológica en Tula y descubrió un diente de caballo. Se lo llevó a su supervisor - el principal arqueólogo - quien dijo, "Oh, eso es un caballo moderno, tíralo a la basura" (cual él hizo) - nunca tenía fecha.[10]

El Dr. John Clark, director de la Fundación Arqueológica del Nuevo Mundo ha expresado preocupaciones similares:

El problema es que los arqueólogos se ponen en el mismo agujero en el que todo el mundo se mete. Si usted encuentra un caballo... Si estoy cavando un sitio y me encuentro con un hueso de caballo - si realmente conozco lo suficiente para saber que es un hueso de caballo , porque eso toma algo de experiencia - mi suposición sería que hay algo mal con mi sitio. Y así los arqueólogos encuentran un hueso de caballo y dicen: "¡Ah! Alguien está jodiendo con mi arqueología." Así, nunca saldrían con él. ¿Por qué voy a gastar $600 al datar el hueso de caballo cuando yo ya sé [que son modernos]? ... Creo que es culpa de ese agujero. Si yo cavo un agujero y me parece qué hay plástico en el fondo, yo no voy a probar el carbono, no hay nada que yo necesite hacer. Porque ... Yo no quiero perder el dinero.[11]


Pregunta: ¿Podrían los americanos antiguos haber ampliado la definición de "caballo" para incluir nuevos significados?

Cambio de préstamo: Debemos considerar la posibilidad de que el autor antiguo estaba aplicando términos familiares a animales desconocidos que se encontraron en el Nuevo Mundo

José Smith, obviamente, sabía cómo se veía un "caballo". Es lógico, pues, que cuando José dijo "caballo" que esto es exactamente lo que quería decir. Si tenemos en cuenta, sin embargo, que José estaba recibiendo revelación de que simplemente transmitía lo que estaba escrito por el autor antiguo, debemos tener en cuenta la posibilidad de que el autor antiguo estaba aplicando términos familiares a animales desconocidos que se encontraron en el Nuevo Mundo. Es importante recordar que el Libro de Mormón en sí no es un texto antiguo—es una traducción del siglo XIX traducción de un texto antiguo. Los lectores modernos necesitan tener una comprensión de lo que el autor antiguo estaba tratando de transmitir. Algunas de las cosas que parecen "normales" para nosotros no son tan "normales" tras una investigación o una vez que entendemos la cultura que produjo el texto.


"Cerámica y otros materiales culturales se encuentran en niveles VII y anteriores. Sin embargo, en algunos de los estratos que tenían artefactos había huesos de caballo, incluso en el nivel II"

El Diario del libro de Estudios Mormones : [12]

Publicaciones de la década de 1950 dieron los resultados de las excavaciones de los científicos que trabajan en la Península de Yucatán. Las excavaciones en el sitio de Mayapán, que data de varios siglos antes de que los españoles llegaron, dieron huesos de caballo en cuatro puntos. (Dos de los lotes eran de la superficie, sin embargo, y podrían representar caballos españoles.) De otro sitio, el cenote (pozo de agua) Ch'en Mul, vinieron otras huellas, esta vez de un contexto arqueológico firme. En el estrato inferior en una secuencia de niveles de tierra no consolidada casi dos metros de espesor, se encontraron dos dientes de caballo. Estaban parcialmente mineralizados, indicando que eran definitivamente antiguos y no podrían haber venido de cualquier animal español. Lo interesante es que la cerámica maya también se encontró en el suelo estratificado donde se encontraban los dientes. [13]

Excavación posterior ha ampliado la evidencia de una asociación de seres humanos con los caballos. Pero la historia en realidad se remonta a 1895, cuando el paleontólogo estadounidense Henry C. Mercer fue a Yucatán con la esperanza de encontrar restos del hombre de la Era Glaciar. Visitó 29 cuevas en el área de la colina Puuc de la península y la excavación estratigráfica tratado en 10 de ellos. Pero los resultados fueron confusos, y él salió desilusionado. Él encontró huesos de caballo en tres cuevas (Actun Sayab, Actun Lara y Chektalen). En términos de sus características visibles, esos huesos deberían haber sido clasificados como de las especies de caballos del Pleistoceno de América, entonces llamados Equus occidentalis L. Sin embargo, Mercer decidió que, dado que los restos eran cerca de la superficie, que en realidad deben ser del caballo moderno, Equus equus, que los españoles habían traído con ellos al Nuevo Mundo, y así él les informó como tal.[14] En 1947 Robert T. Hatt repitió las actividades de Mercer. Encontró dentro de Actun Lara y otra cueva más restos del caballo americano (en su día se llamaba conversidens Equus), junto con huesos de otros animales extintos. Hatt recomienda que cualquier trabajo futuro sea concentrado en Loltún, donde abundan los animales y restos culturales que se pueden ver.[15]

Hubo que esperar hasta 1977 antes de que la recomendación dio sus frutos. Dos arqueólogos mexicanos llevaron a cabo un proyecto que incluyó una encuesta completa del complejo sistema de cavidades subterráneas (hecho por el agua subterránea que había disuelto la roca caliza del subsuelo). También hicieron la excavación estratigráfica en las zonas no vistitadas previamente del complejo Loltún. Los pozos excavados revelaron una secuencia de 16 capas, que numeraron desde la superficie hacia abajo. Los huesos de animales extintos (incluyendo el mamut) aparecen en las capas más bajas.

Cerámica y otros materiales culturales fueron encontrados en niveles VII y anteriores. Sin embargo, en algunos de los estratos que tenían artefactos había huesos de caballo, incluso en el nivel II. Una datación con radiocarbono al comienzo del VII resultó ser alrededor de 1800 aC. Los fragmentos de cerámica anteriores pondrían algunas porciones en el intervalo de por lo menos 900 a 400 aC y posiblemente más tarde. El informe sobre este trabajo concluye con la observación de que "algo pasó aquí que todavía es difícil de explicar." Algunos arqueólogos han sugerido que los huesos de caballos fueron agitados hacia arriba de un nivel menor a un nivel mayor de la acción de los roedores que tunelan, pero admiten que esta explicación no es fácil de aceptar. La declaración también se ha hecho que los paleontólogos no estarán encantados con la idea de que los caballos sobrevivieron a una fecha tan tardía como para estar involucrados con la gente civilizada o gente casi civilizadas cuyos restos se observan en los niveles que llevan la cerámica.[16] Sorprendentemente, los investigadores mexicanos no muestran conciencia de los dientes de caballos descubiertos en 1957 por los científicos Pollock y Ray del Carnegie Insitution (Institución de Carnegie). (Algunos hechos científicos incómodos parecen necesitar descubrirse vez tras vez.)


Martin: "ninguna razón teórica que un rebaño de mastodontes, caballos, o perezosos terrestres no podría haber sobrevivido en algún pequeño refugio hasta 8000 o incluso hace 4.000 años"

Paul S. Martin:

Es cierto, no hay ninguna razón teórica que un rebaño de mastodontes, caballos, o perezosos terrestres no podría haber sobrevivido en algún pequeño refugio hasta hace 8.000 o incluso 4.000 años. Pero en las últimas dos décadas, concordante evidencia estratigráfica, palinológica, arqueológica y pruebas de radiocarbono demuestra fuera de toda duda la supervivencia post-glacial de un gran mamífero extinto que ha sido confinado a las especies extintas de Bison ... No hay pruebas de calidad similar que han sido unidos para mostrar que los mamuts, mastodontes, o cualquiera de los otros 29 géneros de grandes mamíferos extintos de América del Norte estaban vivos hace 10.000 años. La coincidencia en el tiempo entre la extinción masiva y la primera llegada de los cazadores no puede ser ignorada.[17]


Grayson: "mamíferos norteamericanos extintos ... las pérdidas comenzaron en México y Alaska durante el Pleistoceno y terminaron en Florida quizá tan recientemente como hace 2000 años"

Grayson:

En la primera revisión exhaustiva de las fechas de radiocarbono asociadas con los mamíferos norteamericanos extintos, Martin (1958) llegó a la conclusión de que las pérdidas comenzaron en México y Alaska durante el Pleistoceno y terminaron en Florida quizá tan recientemente como hace 2000 años (1958: 405). Poco después, sin embargo, Hester (1960: 58) llegó a la conclusión de que la gran mayoría de los animales de la manada parecía haberse perdido con rapidez y juntos alrededor 8.000 años, aunque algunos, como el mastodonte, puede haber demorado más allá que ese entonces. Hester fue así el primero en sugerir, basándose en pruebas de radiocarbono, que un número significativo, si no todas, de las extinciones de Norteamérica eran síncronas. [18]


Bernardino de Sahagun: "Forraje fue proporcionado los ciervos—caballos—que los españoles montaron"

Bernardino de Sahagun:

Forraje fue proporcionado a los ciervos—caballos—que los españoles montaron....los caballos—parecían ciervos—relinchaban y relinchaban. Todos estaban sudando; agua caía de sus cuerpos....[19]


Sorenson: Huesos de caballo en Yucatán "considerados precolombinos en vista de la profundidad de enterramiento y grado de mineralización"

John L. Sorenson: [20]

Las excavaciones en el sitio posclásico de Mayapán en Yucatán en 1957 rendieron restos de caballo en cuatro lotes. Dos de estos ejemplares son de la superficie y podrían haber sido restos de animales españoles. Otros dos lotes, sin embargo, fueron obtenidos de la excavación en el Cenote [pozo de agua] Chen Mul "del estrato inferior en una secuencia de la tierra no consolidada de casi 2 metros de espesor." Fueron "considerados precolombinos en vista de la profundidad de enterramiento y el grado de mineralización. Tal mineralización no se observó en ningún otro hueso o diente en la colección aunque miles fueron examinados, algunos de los cuales se encontraron en las proximidades de los dientes de caballo". Clayton E. Ray sugiere algo débilmente de que los dientes fosilizados eran de la época Pleistocena y "podrían haber sido transportados... Como curiosidades por los mayas". [21]


Pregunta: ¿Los apologistas mormones afirman que el caballo mencionado en el Libro de Mormón en realidad es un ciervo o tapir?

El origen de la idea de que el nombre "caballo" podría haberse aplicado a diferentes animales como un "cambio de préstamo" o ampliado para referirse a un "venado" o "tapir" es de antropólogo John L. Sorenson

John L. Sorenson propuso inicialmente la posibilidad de un "cambio de préstamo" de la palabra "caballo" a "venado" o "tapir" en 1984. Los apologistas mormones no han afirmado que "los caballos eran tapires." Lo ofrecen como un cambio de préstamo posible. Sin embargo, muchos apologistas generalmente favorecen la presencia de verdaderos caballos Equus (una especie de caballos) para caballos en el Libro de Mormón y tapires para asnos.

Los maya denominaban el caballo español tzimin ("bestia") y el tapir tzimin che ("bestia del bosque" o "caballo del bosque") a fin de distinguirlos

por ejemplo, los maya usaban la palabra tzimin para denominar los caballos traídos al Nuevo Mundo por los españoles. Usaban la palabra tzimin che ("bestia del bosque" o "caballo del bosque") para denominar el tapir. Las palabras cambian con el tiempo. Los caballos ahora son bien comunes, y los idiomas mayas han cambiado el primer significado de tzimin para significar un caballo. Los norteamericanos usan la palabra búfalo para el bisonte. Las palabras a menudo se reasignan.


Expresiones compuestas tal como esta se usaban en la nomenclatura de Las Tierras Bajas Mayas: "Expresiones compuestas también ocurren para algunas especies genéricas cuando sus nombres indican una categoría de intermedio. Por ejemplo, el tapir, tzimin(+)che' ("bestia del bosque"), forma una categoría de intermedio con el caballo, tzimin, cual se marca opcionalmente por la expresión compuesta tzimin(+kaj)("bestia pueblera") o tzimin(+kastil) ("bestia española"). [22]

Antes de la leegada del caballo, tzimin tenía un significado diferente, pero con el cambio a caballo como el significado principal, el "caballo del bosque" se agregó para distinguir el uso de la palabra para "tapir" de lo que ha llegado a ser el uso menor. Aún, el significado de antes del contado de los españoles de la palabra tzimin era "bestia" en vez de "caballo." Era una palabra reasignada al caballo cuando tuvieron que describir el nuevo animal, y eventualmente caballo se hizo el nombre más importante.

Cualquier otra persona que ha mencionado la posibilidad de "caballo" como un "venado" o un "tapir" se ha basado en la investigación 1984 de Sorenson

John L. Sorenson dijo en 1992,

Es el "caballo" en el Libro de Mormón simplemente una cuestión de etiquetar por analogía otro cuadrúpedo con el nombre Equus, el verdadero caballo, o se refiere el uso de la escritura de "caballo" a la supervivencia real del caballo americano en tiempos muy recientes del Pleistoceno(Equus Equus)? Si, como la mayoría de los zoólogos y paleontólogos suponen, equus Equus estaba ausente en el Nuevo Mundo durante la época del Libro de Mormón, podrían ciervos, tapires, u otro cuadrúpedo ser denominados "caballo" por José Smith en su traducción?[23]

En 2000, el Departamento de Investigación FARMS escribió,

De manera similar, los miembros de la familia de Lehi pueden haber aplicado cambios de préstamo a ciertas especies de animales que encontraron por primera vez en el Nuevo Mundo, como el tapir mesoamericano. Mientras que algunas especies de tapires son bastante pequeñas, la variedad Mesoamericano (tapiris Tapirus) puede llegar a ser casi seis pies y medio de largo y puede pesar más de 600 libras. Muchos zoólogos y antropólogos han comparado las características del tapir a los de un caballo o un burro. "Cada vez que veía un tapir", señala el zoólogo Hans Krieg, "me recordaba de un animal similar a un caballo o un burro. Los movimientos, así como la forma del animal, especialmente el cuello alto con el pequeño cepillo de crin, incluso la expresión en la cara, son mucho más como un caballo que de un cerdo [al cual algunos han comparado las especies más pequeñas]. cuando se ve un tapir en alerta... mientras se levanta al reconocer el peligro, escapando en un galope , casi no queda nada de similitud con un cerdo ".[24]

Otros zoólogos han hecho observaciones similares. "A primera vista", cuenta Hans Frädrich y Erich Thenius, "los movimientos de los tapires 'tampoco son similares a los de sus parientes, los rinocerontes y los caballos. En un paseo lento, por lo general mantienen la cabeza bajada." Sin embargo, cuando un tapir corre, su movimiento se hace bastante como el de un caballo: "En un trote, levantan la cabeza y mueven sus piernas de manera elástica. El galope increíblemente rápido solo se ve cuando los animales están asustados, jugando, o cuando están muy entusiasmados”. Además, los tapires pueden "subir bastante bien, a pesar de que uno no esperaría esto debido a su figura voluminosa. Incluso las laderas pendientes no presentan obstáculos. Saltan vallas verticales o muros, levantándose sobre sus patas traseras y saltando para arriba."[24] Los tapires pueden ser domesticados con bastante facilidad si son capturados cuando son jóvenes. Tapires jóvenes que han perdido a sus madres son fácilmente domesticados y se comen de un tazón, y les gusta ser acariciados y con frecuencia permiten que los niños viajen en sus espaldas.[24]

Difícilmente podemos quejar de los visitantes del Viejo Mundo al Nuevo Mundo por la elección de clasificar el tapir mesoamericano como un caballo o un asno, si eso es lo que pasó. Dadas las limitaciones de zoo-arqueología, y también los de otras disciplinas potencialmente útiles cuando una está probando muchos siglos en el pasado olvidado, no es prudente descartar las referencias en el Libro de Mormón a los caballos como erróneas.[25]

John A. Tvedtnes cita a Sorenson

John A. Tvedtnes se refiere a la obra de Sorenson en 1994 al responder a un criticismo de la idea,

El criticismo de Hutchinson de la obra de John Sorenson en la geografía del Libro de Mormón es una simplificación excesiva y los "problemas" que �él afirma haber identificado son mayormente inexistentes. Por ejemplo, critica el comentario de Sorenson que las vacas, asnos, y cerdos del Libro de Mormón pueden ser animales de Mesoamérica, como ciervos, tapires, y pecaríes. "¿Cuándo no es una vaca una vaca?" pregunta. Yo respondo: "Cuando se trata de un venado!" Hay, de hecho, muchos paralelismos lingüísticos a la clase de cosa que Sorenson discute, en donde personas han solicitado los nombres de los animales que se sabe que son recientemente descubiertas o criaturas recién introducidas. Por lo tanto, los griegos nombraron el enorme bestia encontrado en el río Nilo, hipopótamos, "caballo de río". El mismo tipo de cosas sucede con la fauna y la flora. Por ejemplo, el término utilizado para las patatas en una serie de las lenguas de Europa (donde el tubérculo no es indígena) es "manzana de tierra." Cuando los españoles introdujeron caballos en el Nuevo Mundo, algunas tribus amerindias los llamaban "ciervos". Estoy de acuerdo con Hutchinson, sin embargo, que los perros son una explicación probable para los "rebaños" del Libro de Mormón. El término más probable se refiere al arrear de los animales que cumplan los requisitos para la limpieza en la ley de Moisés.[26]

Daniel C. Peterson cita Sorenson

Daniel C. Peterson cita Sorenson aquí, como una teoría entre muchos (en todo caso, a favor de los caballos reales Equus).

Incluso si se supone que el verdadero caballo (Equus Equus) estuvo ausente de las Américas durante la época del Libro de Mormón, sigue siendo posible que el término de caballo en el Libro de Mormón, el cual, por cierto, no ocurre muy a menudo, aun así, en contextos confusos — se refiere simplemente a los ciervos o tapires o cuadrúpedos similares pensados por los nefitas ser análogos al caballo. (Vale señalar, por cierto, que ningún texto del Libro de Mormón habla de las personas que montan a sus caballos.) Ambos textos mayas y aztecas, por ejemplo, parecen referirse a los caballos españoles como "venado" y sus jinetes como "montadores de ciervos". Pero hay razón arqueológica para creer que caballos pueden, de hecho, haber existido en las Américas durante el Libro de Mormón. La pregunta sigue siendo muy abierta.[27]

La nota de pie de Peterson declara "discusiones valiosas de las pruebas se pueden encontrar en John L. Sorenson, "Animals in the Book of Mormon: An Annotated Bibliography" (Animales en el Libro de Mormón) (Provo, Utah: FARMS, 1992); Sorenson, An Ancient American Setting (Un Ambiente de la América Antigua) , 295-6; Welch, "Finding Answers," (El Encontrar Repuestas) 8; Welch, Reexploring the Book of Mormon (El Reexplorar el Libro de Mormón), 98-100."

Matthew Roper cita a Sorenson

Matthew Roper cita de Sorenson, An Ancient American Setting for the Book of Mormon (Un Ambiente de la América Antigua para el Libro de Mormón) (1985), 288-99. en 1997:

Kiddle señala que "Los dos primeros procedimientos de nombrar son difíciles de estudiar debido a que requieren un conocimiento íntimo de los idiomas que reciben a fin de comprender los procesos de pensamiento de sus hablantes." 118 Esto es, por supuesto, de gran relevancia en el caso de los animales en el Libro de Mormón, que pueden tener complejidades similares, ya que el libro pretende ser un documento traducido de otro idioma y trata, en parte, con las culturas del Viejo Mundo y su encuentro de culturas del Nuevo Mundo por primera vez. ¿Cómo, por ejemplo, llamaría Nefi un tapir mesoamericano si hubiera encontrado uno? ¿Podría haberlo llamado a un caballo? El tapir es considerado por los zoólogos de ser de una especie de caballo en forma no evolucionada. Aunque el tapir centroamericano, el más grande de las especies del Nuevo Mundo, puede llegar a pesar hasta 300 kilos. 120 Se puede mover con bastante rapidez al galope y puede saltar vallas verticales o paredes por el aumento en sus patas traseras y saltando hacia arriba.121 Como lo observa zoólogo Hans Krieg, "Cada vez que veía un tapir, que me recordaba de un animal similar a un caballo o un burro. Los movimientos, así como la forma de la animal, especialmente el cuello alto con el pequeño cepillo de crin, incluso la expresión en la cara es mucho más parecido a un caballo que un cerdo. "122 El tapir también puede ser domesticado con bastante facilidad si son capturados cuando son jóvenes.123 Tapires jóvenes que han perdido a sus madres son domesticados fácilmente y puede ser alimentados y se comen de un tazón. Les gusta ser acariciados y con frecuencia permiten que los niños viajen en su espaldas.124 Cuando los españoles llegaron a Yucatán, los mayas denominaron los caballos y burros Europeos tzimin, que significa "tapir", ya que, según uno de los primeros observadores "dicen que se asemejan a ellos en gran medida. "125 Después de la propagación de los caballos, el tapir seguía llamándose tzimin-Kaax, que literalmente significa" caballo de bosque. "126 Algunos observadores han considerado que el tapir se asemeja más exactamente a un asno. De hecho, entre muchos nativos americanos de hoy, el tapir se llama anteburro, lo que significa "una vez fue un asno." 127 En Brasil algunos agricultores en realidad han utilizado el tapir para tirar arados, lo que sugiere potencial como un animal de tiro.128 Entonces los tapires ciertamente podrían haber sido utilizados de manera similar a los caballos.[28]

Brant Gardner cita Sorenson

Brant Gardner cita Sorenson en 2005 (en tapires, venados y otras opciones):

¿Cuál, entonces, es la afirmación escandalosa para los caballos, tapires y venados? De Sorenson:

Los verdaderos caballos (Equus sp.) Estuvieron presentes en el hemisferio occidental hace mucho tiempo, pero se ha asumido que no sobrevivieron a la época en que los pueblos asentados habitaban el Nuevo Mundo. Recientemente hice un resumen de la evidencia que sugiere que el problema no está resuelto. Huesos reales de caballos se han encontrado en una serie de sitios arqueológicos de la península de Yucatán, en un caso con artefactos seis pies debajo de la superficie en circunstancias que descartan una provinencia de caballos españoles. Aún así, otros animales grandes podrían haber funcionado o haberse visto lo suficiente como un caballo que uno de ellos era lo que se denominaba un caballo. Una figura prehispánica modelada en la portada de un quemador de incienso de Poptún, Guatemala, muestra un hombre sentado en la parte posterior de un ciervo sosteniendo sus orejas o cuernos, y un monumento de piedra que data de alrededor del año 700 representa una mujer sobre el cuello de un ciervo, agarrando sus cuernos. Luego hay otra figura de una persona montando a un animal al este del centro de México. Posiblemente, entonces, el venado servía como una especie de "caballo" para montar. (Esa era una práctica en Siberia, hasta hace poco, por lo que la idea no es tan rara como los modernos podrían pensar. Además, en las lenguas quiché de las tierras altas de Guatemala tenemos expresiones como Keh, ciervos o caballos, keheh, montar, etc. .) [58][29]

Daniel C. Peterson y Matt Roper citan de Sorenson aquí (de hecho, es una defensa explícita de un ataque a las ideas de Sorenson):

Tapir como "caballo". Como el Profesor Sorenson y otros han señalado reiteradamente, la práctica de nombrar a la flora y la fauna es mucho más complicado de lo que los críticos del Libro de Mormón han estado dispuestos a admitir. Por ejemplo, las personas suelen dar los nombres de los animales familiares para los animales que recién llegaban a su conocimiento. Piensen, por ejemplo, de lobos marinos, vacas marinas, y caballitos de mar. Cuando los romanos se enfrentaron al ejército de Pirro de Epiro, en 280 aC, encontraron por primera vez el elefante, lo llamaron a Lucca bos o "vaca Lucanian." El nombramiento de los griegos del hipopótamo (la palabra significa "caballo de río" o "caballo de río") es también un buen ejemplo. (Algunos recordarán que el hipopótamo se llama Nilpferd, un "caballo del Nilo", en alemán). Cuando los españoles llegaron por primera vez a Centroamérica, los nativos llamaban a sus caballos y burros tzimin, que significa "tapir". Los árabes etiquetaban el pavo un gallo de Etiopía o romano (dik al-abash o rumi dik), el uso de los conquistadores de los términos león y tigre para nombrar el jaguar, y el hecho de que varios grupos amerindios llamaban los caballos ciervos representan solo algunos ejemplos más de un fenómeno global muy bien atestiguado. Los nefitas también fácilmente podrían haber asignado nombres familiares del Viejo Mundo a los animales que descubrieron en el Nuevo.[30]

Peterson y Roper mencionan otras posibilidades

Sin embargo, Peterson y Roper también mencionan otras opciones ofrecidas como ciervos y huesos auténticos del caballo Equus.

Por cierto, los huesos de caballos también fueron encontrados en asociación con restos culturales en Loltún en el norte de Yucatán. Allí, los arqueólogos identificaron una secuencia de dieciséis capas numeradas desde la superficie hacia abajo y obtuvieron una fecha de radiocarbono de alrededor de 1800 aC de fragmentos de carbón encontrados entre las capas VIII y VII.66 Significativamente, cuarenta y cuatro fragmentos de los restos de caballos fueron encontrados en las capas VII, VI, V y II-sobre todo en asociación con la cerámica. Pero las primeras cerámicas mayas en la región no datan antes de 900 a 400 BC.67 [31]

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Notas

  1. Jay F. Kirkpatrick and Patricia M. Fazio, "The Surprising History of America's Wild Horses," LiveScience.com (julio 24, 2008) off-site (Inglés)
  2. S. Bokonyi, History of Domestic Mammals in Central and Eastern Europe (Budapest: Akademiai Kiado, 1974), 267.
  3. Paul R. Cheesman, The World of the Book of Mormon (Bountiful, UT: Horizon Publishers, 1984), 194, 181.
  4. http://www.strangeark.com/nabr/NABR5.pdf
  5. Plantilla:JBMS-2-1-11
  6. John Tvedtnes, “The Nature of Prophets and Prophecy” (unpublished, 1994), 29-30 (copy in Mike Ash’s possession); Benjamin Urrutia, “Lack of Animal Remains at Bible and Book-of-Mormon Sites,” Newsletter and Proceedings of the Society for Early Historic Archaeology, 150 (August 1982), 3-4.
  7. "Horses in the Book of Mormon" (Provo: Utah, FARMS, 2000). off-site (Inglés)
  8. Clay E. Ray, “Pre-Columbian Horses from Yucatan,” Journal of Mammalogy 38:2 (1957), 278.
  9. http://www.ansp.org/museum/leidy/paleo/equus.php)
  10. Mike Ash observa que esta historia fue contada en una sesión de PyR después de la presentación del Dr. Sorenson, “The Trajectory of Book of Mormon Studies,” 2 August 2007 at the 2007 FAIR Conference (La Trayectoria de los Estudios en el Libro de Mormón; el audio y video están en posesión del autor.
  11. John Clark durante una sesión de PyR después de la presentación, “Archaeology, Relics, and Book of Mormon Belief,” 25 May 2004 at BYU (“La Arqueología, las Rélicas, y la Creencia en el Libro de Mormón” 24 de Mayo 2004 en BYU); el audio del PyR está en posesión de Mike Ash, un autor.
  12. Anonymous, "Out of the Dust: Were Ancient Americans Familiar with Real Horses?," Journal of Book of Mormon Studies 10/1 (2001): N/A–N/A. off-site (Inglés) wiki
  13. See Harry E. D. Pollock and Clayton E. Ray, "Notes on Vertebrate Animal Remains from Mayapan," Current Reports 41 (August 1957): 638; esta publicación es del Departamento de Arqueología de la Institución Carnegie de Washington. See also Clayton E. Ray, "Pre-Columbian Horses from Yucatan," Journal of Mammalogy 38 (1957): 278.
  14. Henry C. Mercer, The Hill-Caves of Yucatan: A Search for Evidence of Man's Antiquity in the Caverns of Central America (Philadelphia: Lippincott, 1896), 172.
  15. Robert T. Hatt, "Faunal and Archaeological Researches in Yucatan Caves," Cranbrook Institute of Science, Bulletin 33, 1953. See Peter J. Schmidt, "La entrada del hombre a la peninsula de Yucatan," in Origines del Hombre Americano, comp. Alba Gonzalez Jacome (Mexico: Secretaria de Educacion Publica, 1988), 250.
  16. Schmidt, "La entrada," 254.
  17. Paul S. Martin, "The Discovery of America," Science 179 (1973): 974 n. 3.
  18. Donald K. Grayson (Department of Anthropology, University of Washington, Seattle, WA 98195), "Deciphering North American Pleistocene Extinctions," Journal of Anthropological Research, in press (2007 JAR Distinguished Lecture)
  19. Bernardino de Sahagun, The War of Conquest: How It Was Waged Here in Mexico: the Aztecs' own story (University of Utah Press, 1978).
  20. John L. Sorenson, "Once More: The Horse," in Reexploring the Book of Mormon, edited by John W. Welch (Provo, Utah: FARMS, 1992), Chapter 10.
  21. Clayton E. Ray, "Pre-Columbian Horses from Yucatan," Journal of Mammalology 38 (1957): 278; Harry E. D. Pollock and Clayton E. Ray, "Notes on Vertebrate Animal Remains from Mayapan," Current Reports 41 (August 1957): 638 (Carnegie Institution, Washington, D.C., Dept. of Archaeology).
  22. Folkbiology (folkbiología) Douglas L. Medlin, Scott Altran editores. Prensa de MIT (1999) pj. 131.
  23. John L. Sorenson, "Once More, The Horse," Reexploring the Book of Mormon (1992).
  24. 24,0 24,1 24,2 Quoted in Hans Frädrich and Erich Thenius, "Tapirs," Grzimek's Animal Life Encyclopedia, ed. Bernhard Grzimek (New York: Van Nostrand Reinhold Company), 13:19—30.
  25. "Horses in the Book of Mormon," Neal A. Maxwell Institute.
  26. John A. Tvedtnes, "Review of Brent Lee Metcalfe, ed., New Approaches to the Book of Mormon: Explorations in Critical Methodology," Review of Books on the Book of Mormon 6/1 (1994).
  27. Daniel C. Peterson, "Yet More Abuse of B. H. Roberts," FARMS Review of Books 9/1 (1997)
  28. Matthew Roper, "Unanswered Mormon Scholars," FARMS Review of Books 9/1 (1997).
  29. Brant Gardner, "Behind the Mask, Behind the Curtain: Uncovering the Illusion," The FARMS Review 17/2 (2005).
  30. Daniel C. Peterson and Matthew Roper, "Ein Heldenleben? On Thomas Stuart Ferguson as an Elias for Cultural Mormons," The FARMS Review 16/1 (2004).
  31. Daniel C. Peterson and Matthew Roper, "Ein Heldenleben? On Thomas Stuart Ferguson as an Elias for Cultural Mormons," The FARMS Review 16/1 (2004).