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==Pregunta: ¿Por qué los pobres e indigentes diezmo de pago?==
 
==Pregunta: ¿Por qué los pobres e indigentes diezmo de pago?==

Revisión actual del 16:26 13 jul 2017

Tabla de Contenidos

Pregunta: ¿Por qué los pobres e indigentes diezmo de pago?

Precedente bíblico para la idea de que incluso aquellos que son indigentes serán bendecidos por el Señor si ellos pagan su diezmo

Los críticos de la Iglesia a menudo retratan como un negocio o corporación, con el diezmo es el método por el cual se genera la renta. Si esto fuera cierto, sin embargo, ¿por qué la Iglesia se interesa en el "óbolo de la viuda?" Los críticos a menudo actúan como si la Iglesia simplemente toma el dinero de los pobres y los deja a su suerte. La realidad es que la Iglesia no sólo apoyará los indigentes, pero va a ayudarles a encontrar empleo o de medios para crear mejores condiciones en sus vidas. La Iglesia no obliga a nadie a optar por pagar el diezmo o para alimentar a sus hijos. La elección presentada por la crítica es una caricatura que ignora por completo la función del programa de Bienestar de la Iglesia.

Pagar el diezmo es una cuestión de fe. Desde la perspectiva de un creyente, una descripción más precisa que "pagar lo poco que tienen a una de miles de millones megamall poseer Iglesia" sería "donar una décima parte de lo poco que tienen al Señor."

Hay un precedente bíblico para la idea de que incluso aquellos que son indigentes serán bendecidos por el Señor, si pagan su diezmo. [1]:

El Señor dice a Elías: "Levántate, vete a Sarepta ...: he aquí, yo he mandado allí a una mujer viuda que te sustente." Es interesante que Elías no se dijo que fuera a Sarepta hasta que la viuda y su hijo están en el punto de la muerte. Es en este momento de cara al hambre-que su fe será puesta a prueba extrema.

A medida que entra en la ciudad que ve recogiendo leña.

“y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso para que beba.

“Y yendo ella para traérsela, él la volvió a llamar y le dijo: Te ruego que me traigas también un bocado de pan en tu mano.

“Y ella respondió: Vive Jehová, Dios tuyo, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja y un poco de aceite en una vasija; y he aquí que ahora recogía dos leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que lo comamos y nos muramos.” (1 Reyes 17:10–12).

Un puñado de comida sería muy poco de hecho, tal vez lo suficiente para una porción, lo que hace que la respuesta de Elías intrigante. Escuche: “Y Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida” (1 Reyes 17:13; énfasis añadido).

Ahora no se que suena egoísta, no se pide al usuario una primera pieza, pero, posiblemente, la única pieza? No lo hicieron nuestros padres nos enseñan a dejar que otras personas van primero y sobre todo para un caballero a dejar que una dama ir primero, por no hablar de una viuda hambrienta? Su elección no se come, o ella sacrifica su última comida y acelerar la muerte? Tal vez ella va a sacrificar su propia comida, pero podía sacrificar la comida destinada a su hijo muerto de hambre?

Elías entendió la doctrina de que las bendiciones vendrán después de la prueba de nuestra fe (véase Éter 12:6; D. y C. 132:5). Él no estaba siendo egoísta. Como siervo del Señor, Elías estaba allí para dar, no tomar. Continuando con el relato:

“hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida [los primogénitos], y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.

“Porque así ha dicho Jehová, Dios de Israel: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová mande lluvia sobre la faz de la tierra.

“Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comieron él, y ella y su casa durante muchos días.

“ Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por medio de Elías.” (1 Reyes 17:13–16; énfasis añadido).

Marcos 12:41-44 nos da la historia de la viuda y las blancas:

41 Y estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho. 42 Y vino una viuda pobre y echó dos blancas, que son un cuadrante. 43 Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado al arca, 44 porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.

Notas

  1. Elder Lynn G. Robbins, "Tithing—a Commandment Even for the Destitute," Conferencia General de abril 2005 off-site (Inglés)